Sectio caesarea, como se llama en latín. Según la leyenda, Julio César fue sacado del vientre de su madre. Hoy conocemos este procedimiento como cesárea. Tanto antes como ahora, hay varias razones para practicar una cesárea.
Planificada o no planificada: ¿por qué una cesárea?
Generalmente se distingue entre cesárea programada y no programada. Se diferencian por la urgencia de la intervención:
Las cesáreas no planificadas o secundarias se practican cuando el parto ya ha comenzado y surgen complicaciones. Esto incluye, por ejemplo
- Hemorragia vaginal abundante o rotura uterina
- Agotamiento de la madre
- Parada obstétrica
- Descenso de la frecuencia cardiaca o suministro insuficiente al bebé, por ejemplo por falta de oxígeno o prolapso del cordón umbilical.
Por otro lado, puede haber factores a favor de una cesárea programada o primaria de antemano, por ejemplo
- Enfermedades preexistentes de la madre
- Malformaciones uterinas
- Posición incorrecta o desprendimiento prematuro de la placenta
- Posición transversal o malformaciones del niño
- Partos múltiples
- Tamaño y peso del niño
- Una cesárea electiva
Una cesárea puede parecer aterradora a primera vista, pero en realidad no es nada preocupante. Desde el punto de vista médico, es un procedimiento muy sencillo.
De líneas de bikini y asas de copa: ¿cómo funciona una cesárea?
Una cesárea es ante todo una cosa: una incisión. Pero no la notará mucho porque, por supuesto, estará anestesiada antes de la intervención. En el caso de una cesárea programada, suele bastar con anestesia local. Así podrá tener a su bebé en brazos poco después del parto. Sólo en casos de urgencia, cuando el tiempo apremia, se decide utilizar una anestesia general de acción rápida. A menudo se coloca también una sonda vesical para facilitar la intervención a usted y a los médicos.
Una vez preparado todo, se practica una incisión: La llamada incisión de Pfannenstil se hace aproximadamente a la altura de la línea del bikini, justo encima de la sínfisis púbica, y mide unos diez centímetros. El médico corta las capas de piel, grasa y músculo y puede exponer y abrir cuidadosamente el útero y extraer al bebé. Mientras se desprende y extrae la placenta, la comadrona se encarga de los primeros cuidados del bebé antes de colocarlo en tus brazos por primera vez.
Por último, se suturan de nuevo el útero y las distintas capas, normalmente con puntos que se disuelven al cabo de unas semanas. En total, la intervención no suele durar más de media hora. En caso de anestesia general, hay que esperar el tiempo de recuperación.
Además de este procedimiento clásico, existe un segundo enfoque, la llamada cesárea suave o método Misgav-Ladach. Esta variante sólo se diferencia en la forma de abrir el útero: no se corta, sino que se desgarra. Suena brutal, pero tiene algunas ventajas, como una menor pérdida de sangre y una mejor cicatrización.
La tendencia es hacia las incisiones: ¿cuáles son los riesgos?
Por supuesto, la cesárea también entraña ciertos riesgos: Además de lesiones no deseadas en órganos vecinos como el uréter, el intestino o la vejiga, puede haber una gran pérdida de sangre o coágulos. Tras el parto pueden producirse infecciones y dificultades en la cicatrización de las heridas. Una cesárea también puede tener consecuencias psicológicas, por ejemplo si una cesárea de urgencia se convierte en una experiencia traumática para la madre. En principio, sin embargo, cada proceso de parto es una obra maestra individual y más o menos exigente según la situación, independientemente de que tu hijo nazca por vía vaginal o por cesárea. Es importante que hables de antemano con el personal médico. Las cesáreas son ahora un procedimiento rutinario en la mayoría de los hospitales: en 2019, uno de cada tres bebés nació de esta forma*.
Tiempo de recuperación: ¿qué sigue a una cesárea?
Tanto el parto vaginal como la cesárea conllevan un proceso de curación física y psicológica. Tras una cesárea, normalmente pasará los primeros 4-7 días del puerperio en el hospital para que la herida quirúrgica pueda cicatrizar. Es posible que le duela o esté entumecida durante días y semanas después del parto. La duración del proceso de cicatrización depende de la cicatrización personal de la herida, del curso de la cesárea y de tu comportamiento después del parto. Lo mismo se aplica después de un parto vaginal: descansa y tranquilízate.
En principio, la cesárea parece poco romántica. Sin embargo, en determinadas situaciones ofrece claras ventajas sobre el parto vaginal. A fin de cuentas, cada parto es tan único, cada recién nacido tan especial, que no puede haber un método universalmente correcto. Lo importante es familiarizarse con las opciones, hablar con los médicos sobre todas las posibilidades y, en última instancia, encontrar la manera de dar la bienvenida al mundo al nuevo miembro de la familia.
Autor: Constanze Dochantschi
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* https://www.aerzteblatt.de/nachrichten/sw/Kaiserschnitt
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